Para continuar con la serie de post sobre enfermedad periodontal hoy vamos a hablaros del tratamiento básico de la enfermedad periodontal.
Como ya explicamos en el post titulado "como saber si tengo periodontitis" la enfermedad periodontal es una enfermedad inflamatoria crónica de origen infeccioso que afecta a las estructuras de soporte de los dientes (el hueso y la encía) y que va produciendo una pérdida progresiva e irreversible de ambos dando lugar a síntomas como son el sangrado de encías, la sensibilidad, la movilidad de los dientes y en casos avanzados la caída y pérdida de los mismos.
El tratamiento de la enfermedad periodontal se realiza en 4 fases:
1. estudios periodontales : desarrollado en el post "tratamiento de la enfermedad periodontal: estudios periodontales"
2. Curetajes o raspados con instrucciones de higiene interdental: vamos a hablar de este tratamiento
3. Fase quirúrgica (no siempre necesario).
4. Fase de mantenimiento (siempre necesario).
Curetajes o raspados
Es la eliminación de los depósitos bacterianos y el sarro localizados en el interior de la encía por medio de instrumental específico (las curetas) y posteriormente el alisado de la superficie radicular infectada.
De manera simultánea a la eliminación de sarro también limpiamos con agentes quimioterápicos (desinfectantes) y pautamos antibióticos (específicos para cada paciente en función del estudio microbiológio que hemos realizado previamente) que ayudan a controlar la inflamación, el sangrado el avance de la enfermedad periodontal.
El curetaje se realiza siempre con anestesia local por lo que el paciente o siente nunca ni dolor ni molestias. Una vez que el tratamiento ha concluido y la anestesia ha dejado de hacer efecto puede aparecer en algunos casos sensibilidad transitoria ligera que puede durar unas horas.
Ese mismo día también damos instrucciones al paciente de sobre las técnicas de higiene necesarias y los productos que le pueden ayudar a controlar el avance de la enfermedad periodontal.
A las 8 semanas de los curetajes volvemos a realizar un periodontograma para comprobar si hemos controlado el avance de la enfermedad periodontal (en cuyo caso el paciente pasa a mantenimientos) o si es necesaria una fase quirúrgica que se planifica de manera personalizada.